El Reglamento REACH exige el registro, la evaluación y la autorización de las sustancias químicas producidas, utilizadas o importadas al mercado europeo. El objetivo de REACH es racionalizar y mejorar el anterior marco regulatorio de la Unión Europea sobre productos químicos.
El Reglamento REACH se incorporó a la legislación europea casi al tiempo de la creación de la ECHA (Agencia Europea de Productos Químicos), un órgano europeo cuya misión es aplicar este ambicioso reglamento.
REACH se basa en tres principios fundamentales:
Queda prohibido el uso de todas aquellas sustancias químicas no registradas y no autorizadas por la ECHA.
En virtud del Reglamento REACH, es la industria la responsable de evaluar y gestionar los riesgos derivados de los productos químicos, así como de aportar la información de seguridad adecuada para los usuarios.
Cada miembro de la cadena de suministro debe comunicar, intercambiar y transmitir, tanto a los agentes anteriores de la cadena de suministro como a los posteriores, toda la información necesaria.
REACH es aplicable a más de 30.000 sustancias utilizadas tanto en estado puro como en mezclas o artículos. Por ello, todos los sectores industriales (químico, eléctrico, automoción, textil, etc.) están afectados por este reglamento.
Los fabricantes e importadores de sustancias están plenamente implicados al Reglamento REACH, ya que es a ellos a quien corresponde redactar el expediente de registro que se presentará ante la ECHA (ensayos de laboratorio, recopilación de información de usuarios intermedios, etc.).
"Asimismo, los distribuidores y usuarios intermedios deben garantizar su conformidad con el sistema REACH."
"De hecho, toda la cadena de suministro se ve afectada, con la excepción de las empresas de recogida de residuos y los consumidores."
Cada solicitante de registro debe preparar un expediente técnico de registro que contenga datos sobre la sustancia y sus usos: propiedades fisicoquímicas, toxicológicas y ecotoxicológicas.
Para las sustancias químicas que superan las 10 toneladas anuales, REACH exige un informe de seguridad química que incluya escenarios de exposición y una evaluación de los riesgos potenciales.
En vigencia desde 2007, REACH abarca 11 años con tres pasos principales para el registro:
2010
Para sustancias con un volumen de más de 1.000 toneladas anuales y sustancias peligrosas
2013
Para sustancias de entre 100 y 1.000 toneladas al año
2018
Para sustancias de entre 1 y 100 toneladas al año