La Ley de Protección Medioambiental de Canadá (Canadian Environmental Protection Act o CEPA 1999) permite al organismo responsable de la regulación medioambiental emitir dictámenes que exijan a cualquier establecimiento la elaboración, presentación e implantación de un plan de gestión de emergencias medioambientales para la ”prevención, preparación, intervención o restauración de una emergencia medioambiental” en relación con una sustancia o grupos de sustancias que aparezcan en la Lista de Sustancias Tóxicas (List of Toxic Substances) del Anexo 1.
Además, la CEPA permite a la entidad legal responsable a publicar regulaciones que establezcan una lista de sustancias potencialmente peligrosas. Se definen como ”sustancias potencialmente peligrosas” aquellas que, en caso de verterse accidentalmente al medio ambiente, podrían:
Por último, la CEPA permite también a la entidad legal publicar normativas que regulen la declaración de una emergencia medioambiental y la notificación de las medidas adoptadas para prevenir, subsanar o mitigar los efectos de dicha emergencia medioambiental sobre el medio ambiente o la salud humana. Esto último incluye los efectos negativos de la emergencia medioambiental o aquellos otros que razonablemente se pueden esperar de ella.