Durante la última década, la industria cosmética ha enfrentado una creciente presión para eliminar las pruebas en animales en todas las etapas del desarrollo de productos. Tanto la Unión Europea (UE) como el Reino Unido (UK) han establecido desde hace tiempo prohibiciones integrales sobre las pruebas en animales para cosméticos. Sin embargo, los recientes desarrollos en las prácticas regulatorias, particularmente la intersección entre las normativas de cosméticos y las reglas más amplias de seguridad química como REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas), están generando nuevos debates. Aunque las prohibiciones permanecen firmes, la delgada línea entre el Reglamento de Productos Cosméticos (CPR) y REACH ha llevado a casos legales y a llamados para una mayor clarificación.